lunes, 23 de junio de 2008

Los puentes y los recuerdos eternos

Nos gustaría compartir las siguientes enseñanzas del élder Dennis B. Neuenschwander. Éste es un pasaje de "Los puentes y los recuerdos eternos",(Liahona, julio de 1999, págs. 98–100). Esperamos que le resulte útil al trabajar con los miembros de su barrio.

La historia familiar crea puentes que conducen al templo. La obra de historia familiar nos conduce hacia el templo. La historia familiar y la obra del templo son una sola obra. Las palabras historia familiar nunca se deberían decir sin asociarlas con la palabra templo. La investigación de historia familiar debe ser la fuente principal de los nombres que se obtienen para las ordenanzas del templo, y las ordenanzas del templo son la razón primordial por la que se debe llevar a cabo la investigación de la historia familiar. El presidente Gordon B. Hinckley ha dicho: "Todo nuestro vasto esfuerzo de historia familiar está orientado hacia la obra del templo, y no tiene ningún otro propósito.”

La investigación de la historia familiar proporciona el puente emocional entre las generaciones; y las ordenanzas del templo proporcionan el puente del sacerdocio. Las ordenanzas del templo son la ratificación del sacerdocio en cuanto a la conexión que ya hemos establecido en nuestro corazón. Madre Teresa dijo que "la pobreza más terrible es la soledad y el sentimiento de no ser apreciado". La idea de que esa pobreza de soledad, de no ser apreciados y de estar separados de nuestros seres queridos puede extenderse más allá de esta vida, es realmente triste. La promesa de la historia familiar y de la obra del templo es la conexión eterna nacida tanto del amor como de las ordenanzas del sacerdocio.

Hermanos y hermanas, la historia familiar y la obra del templo son los recuerdos familiares eternos que crean puentes; crean puentes entre las generaciones de nuestra familia, puentes que llevan a la actividad dentro de la Iglesia y puentes que conducen al templo.