jueves, 11 de junio de 2009
Un fuerte cometido hacia la moralidad sexual destaca a los SUD
lodya y Marina han vivido juntos cerca de un año en Vyborg, Rusia, aproximadamente a 240 kilómetros de Helsinki, Finlandia, donde los amigos de Vlodya le presentaron a un par de misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Intrigado por la felicidad que sus amigos atribuían a su religión, Vlodya invitó a los misioneros a que le enseñaran a él y a su novia.
A medida que la pareja aprendía y aceptaba más las enseñanzas, empezó a verse que la nueva fe que habían encontrado requeriría que cambiaran su estilo de vida, una idea que aceptaron gustosos.
Marina se mudó del departamento y ella y Vlodya se bautizaron en la Iglesia algunas semanas más tarde. Se casaron el 6 de febrero de1999.
Marina y Vlodya tomaron muy en serio su forma de vivir porque a los Santos de los Últimos Días se les enseña que deben reservar sus relaciones sexuales para el matrimonio.
Los miembros de la Iglesia creen que tal relación les ofrece una oportunidad sagrada de unirse a Dios en la creación de la vida, además de proporcionarles un medio de expresar afecto y fortalecer las relaciones entre esposo y esposa.
Jeffrey R. Holland, miembro del Quórum de los Doce Apóstoles — el segundo cuerpo administrativo mayor de la Iglesia — explicó las razones por el énfasis que se hace sobre la moralidad sexual:
“Desde luego que las preocupaciones más grandes de Dios con respecto a la vida son cómo entra uno a este mundo y cómo sale de él. Estos dos asuntos muy importantes… son las dos cosas que Él nos ha dicho en repetidas ocasiones que desea que nunca hagamos en forma ilegal, ilícita, infiel, sin freno”.
Los Santos de los Últimos Días son conscientes de que el concepto de reservar este don para el matrimonio es visto por muchos en la sociedad de hoy día como fuera de moda e irreal. También saben que las películas y los programas de televisión populares muestran las relaciones sexuales ocasionales, incluso entre los adolescentes, como comunes y satisfactorias.
“Las consecuencias sociales de las relaciones sexuales pre maritales son por lo general negativas si se mira la seguridad económica, sicológica y emocional”, dice Terrance Olson, profesor de desarrollo matrimonial, familiar y humano de la Universidad Brigham Young, quien ha investigado la abstinencia.
“La confianza es de un largo término y cualquier relación que eclipse el futuro no está basada en la confianza “, dice.”La confianza es una víctima lógica de las relaciones basadas en el hecho, no en el compromiso”
Más bien que buscar la felicidad por medio de este tipo de relaciones, los miembros fieles de la Iglesia prefieren buscar la realización, la seguridad emocional y la relación basada en la confianza que creen que viene de limitar la intimidad sexual al matrimonio.
“La seguridad emocional es el producto del compromiso de una persona hacia otra a través del tiempo, venga lo que venga”, dice Olson. “La relación sexual es social, emocional, sicológica, relacional, espiritual, mucho más que física”.
Para los Santos de los Últimos Días, el limitar las relaciones sexuales al matrimonio es una elección consciente que es producto en parte de sus creencias sobre el matrimonio eterno y las familias eternas. De acuerdo con esa creencia, los matrimonios solemnizados en los templos de los Santos de los Últimos Días se consideran “sellados” permanentemente, o sea, bendecidos para perdurar por la eternidad si las parejas permanecen fieles el uno para con el otro y guardan otras promesas del templo.
La creencia de que la unidad familiar continuará más allá de la tumba como una entidad consciente, amorosa, con la relación de matrimonio y de padres-hijos intacta, es una creencia fundamental de la Iglesia.
Sin embargo, el tratar de buscar la moralidad sexual puede hacerse difícil en la práctica diaria.
Los líderes de la Iglesia han proporcionado normas o guías para ayudar a los Santos de los Últimos Días a participar en actividades sociales y de esparcimiento mientras que al mismo tiempo evitan situaciones que los haga comprometer sus ideas. Esas normas, creadas específicamente para la juventud de la Iglesia, pero que se aplican a todos los miembros, incluye:
Modestia en la vestimenta.
Salir en grupos o en dos parejas cuande lleguen a la edad de hacerlo.
Evitar un lenguage profano, vulgar o grosero.
Escuchar buena música que no perjudique la espiritualidad.
Tratar con respeto a la persona con la que salen y devolver ese respeto.
Evitar la homosexualidad.
Evitar la pornografía en todas sus formas.
La última norma ha llegado a ser sumamente importante para los Santos de los Últimos Días con el advenimiento de la pornografía en Internet y la posibilidad de recibir pornografía sin solicitarla por correo electrónico.
El presidente de la Iglesia, Gordon B. Hinckley advirtió: “Manténganse alejados de la pornografía como se alejarían de una una seria enfermedad. Es destructiva. Se puede convertir en habitual, y los que se involucran en ella no pueden dejarla. Es adictiva.
“Es un negocio de cinco mil millones de dólares para los que la producen. La hacen tan excitante y atractiva como ellos saben hacerla. Reduce y destruye a sus víctimas”.
Muchos Santos de los Últimos Días se dan cuenta de que aun cuando a veces se requiere valentía para evitar la pornografía y vivir las otras normas de limpieza moral, al final el resultado es un aumento del respeto que les muestran sus amigos y otras personas.
Un grupo de jovencitas Santos de los Últimos Días de Kansas, Estados Unidos, tuvieron muchas dificultades para encontrar vestidos que pudieran usar en una función formal de la escuela y que estuviera en armonía con sus normas de modestia. Reunieron diseños de vestidos que eran tanto de estilo como modestos y los presentaron a los ejecutivos de la gran compañía distribuidora de confecciones “Nordstrom”.
“No es fácil encontrar ropa modesta,” dijo al Kansas City Star Alisa Christensen, de 17 años. “En especial ropa formal. Todos los vestidos son sin tirantes, sin espalda, sin mangas, con el estómago al desnudo, cortos, o con escotes muy bajos y con aberturas muy arriba.
“No estamos tratando de juzgar a las que usan vestidos como esos. Sólo estamos diciendo que no es nuestro estilo y nos gustaría poder tener dónde elegir.”
Al esparcirse la noticia de los esfuerzos de esas jovencitas Santos de los Últimos Días, fueron entrevistadas por periodistas de BBC y de The Wall Street Journal. Han recibido más de 2.500 cartas y mensajes de e-mail de jovencitas de todo el mundo que dicen estar interesadas en modas más modestas.
“Cuando llega el momento de decidir qué vestir, cada jovencita debe evaluar su vida, sus valores y su estilo,” dice Christensen. “Es su decisión. Existe una relación entre quiénes somos y qué vestimos.”
Ya sea un asunto de vestir en forma modesta o de una moral más seria, los Santos de los Últimos Días creen el mandamiento de reservar las relaciones sexuales para después del matrimonio, y la observancia de las normas existen para ayudarles y no para restringirlos.
A los miembros que tienen dificultades con estas normas se les aconseja conversar con los líderes laicos de sus congregaciones, llamados obispos, quienes pueden darles apoyo, mostrarles algunos recursos y ayudarles a establecer metas.
“La función del obispo es amar, alentar y escuchar y no reprochar, criticar o ser sentencioso”, dice Dan Anderson, un obispo Santo de los Últimos Días de una congregación de aproximadamente 85 familias.
“Puede ayudar a la gente a establecer metas y entender modelos de comportamientos que llevan a cometer erroress”, dice. “A menudo, esto quiere decir que les ayuda a regresar a la lectura de las Escrituras y a arrodillarse en oración. Su función es la de enseñar y nutrir a la gente a medida que buscan el perdón.”
Los miembros de la Iglesia consideran que los errores relacionados con la moral pueden sobreponerse y recibir perdón.
También creen en que por medio de la fe en Jesucristo, las raíces más profundas de la vida sexual inmoral y los hábitos se pueden cambiar y las personas pueden regresar a la paz y felicidad en sus vidas.
“Cualquiera que se involucre en una actividad que vaya en contra de su código de valores, causa una desconexión interna”, dice Fred Riley, comisionado de los Servicios Familiares SUD de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. “Emocionalmente se distancian de las personas que están cerca.
“Pero una vez que enfrentan sus problemas, se relacionan con sus seres queridos y con el entorno y se nota una gran diferencia con respecto a cuánto más gozo y felicidad encuentran en la vida”.
Los obispos Santos de los Últimos Días están familiarizados con ese tipo de cambios.
“No hay nada más impresionante que ver la transición espiritual en alguien que ha trabajado en forma honrada y abierta por medio del proceso del arrepentimiento”, dice Anderson. “Es una experiencia hermosa observar el cambio en la gente y ver cómo la luz regresa a sus ojos nuevamente.”
Para los miembros de la Iglesia, el luchar por vivir los mandamientos de Dios y las normas de la Iglesia, ya sea que estén o no relacionados con mandamientos y normas de moralidad sexual, es un proceso continuo que requiere de esfuerzos determinados.
Pero desde los principios de la Iglesia hasta hoy día, han abrazado las normas de la moralidad sexual. A pesar de los puntos de vista de la sociedad cambiante y de la liberalidad con respecto al sexo, los líderes de la Iglesia continúan firmes en sus consejos.
Fuente: Infosud.com