lunes, 10 de mayo de 2010
La crisis
No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado".
Quien atribuye a las crisis sus fracasos y sus penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Albert Einstein. La Crisis como Bendición!
martes, 4 de mayo de 2010
Los Patos hacen bulla, Las águilas vuelan.
La clave del éxito profesional está en dar un buen servicio. Harvey Mackay, nos cuenta una maravillosa historia acerca de la actitud de un taxista que prueba este punto.
Harvey estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto.Cuando un taxista se acercó, lo primero que Harvey notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer muy bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salió del auto dió la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi a Harvey. Le entregó un cartón plastificado y le dijo: yo soy Wally, su chofer, mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.
Después de sentarse, Harvey leyó la tarjeta: Misión de Wally: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable…
Mi amigo Harvey quedó impactado. Especialmente cuando se dió cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, limpio sin una mancha!!
Mientras se acomodaba detrás del volante, Wally le dijo, “Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado. Mi amigo bromeando le dijo: “No, preferiría una soda’ Wally sonrío y dijo: “No hay problema tengo un enfriador con Coca Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja. Casi tartamudeando, Harvey le dijo: “Tomaré la Coca Cola dietética”
Pasándole su bebida, Wally le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el Wall Street Journal, Time, Sport Illustrated y USA Today…”
Al comenzar el viaje, Wally le pasó a mi amigo otro cartón plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, por si quiere escuchar la radio”
Y como si esto no fuera demasiado, Wally le dijo a Harvey que tenia el aire acondicionado prendido y le preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le aviso cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si Harvey prefería lo dejaría solo en sus meditaciones.
“Dime Wally, le preguntó mi asombrado amigo: siempre has atendido a tus clientes así?”
Wally sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos años. Mis primeros cinco años manejando los gasté la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuché en la radio acerca de Wayne Dyer un “Gurú” del desarrollo personal.
El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez te frustrarás. El decía, “Para de quejarte” Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los patos hacen bulla y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo y vuelan.
Esto me llego aquí, en medio de los ojos, dijo Wally. Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo bulla y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios.
Se nota, que los cambios se han pagado bien, le dijo Harvey.
Si, seguro que si, le dijo Wally. Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista confiable para que haga el servicio.
Wally era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.
Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería.
Wally el taxista tomó una diferente alternativa. El decidió dejar de hacer bulla como los patos y volar por encima del grupo como las águilas. Los Patos hacen bulla, Las águilas vuelan.
Atentamente:
Un pato dispuesto a ser águila. Que pases un feliz día!
Harvey estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto.Cuando un taxista se acercó, lo primero que Harvey notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer muy bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salió del auto dió la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi a Harvey. Le entregó un cartón plastificado y le dijo: yo soy Wally, su chofer, mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.
Después de sentarse, Harvey leyó la tarjeta: Misión de Wally: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable…
Mi amigo Harvey quedó impactado. Especialmente cuando se dió cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, limpio sin una mancha!!
Mientras se acomodaba detrás del volante, Wally le dijo, “Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado. Mi amigo bromeando le dijo: “No, preferiría una soda’ Wally sonrío y dijo: “No hay problema tengo un enfriador con Coca Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja. Casi tartamudeando, Harvey le dijo: “Tomaré la Coca Cola dietética”
Pasándole su bebida, Wally le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el Wall Street Journal, Time, Sport Illustrated y USA Today…”
Al comenzar el viaje, Wally le pasó a mi amigo otro cartón plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, por si quiere escuchar la radio”
Y como si esto no fuera demasiado, Wally le dijo a Harvey que tenia el aire acondicionado prendido y le preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le aviso cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si Harvey prefería lo dejaría solo en sus meditaciones.
“Dime Wally, le preguntó mi asombrado amigo: siempre has atendido a tus clientes así?”
Wally sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos años. Mis primeros cinco años manejando los gasté la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuché en la radio acerca de Wayne Dyer un “Gurú” del desarrollo personal.
El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez te frustrarás. El decía, “Para de quejarte” Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los patos hacen bulla y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo y vuelan.
Esto me llego aquí, en medio de los ojos, dijo Wally. Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo bulla y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios.
Se nota, que los cambios se han pagado bien, le dijo Harvey.
Si, seguro que si, le dijo Wally. Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista confiable para que haga el servicio.
Wally era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.
Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería.
Wally el taxista tomó una diferente alternativa. El decidió dejar de hacer bulla como los patos y volar por encima del grupo como las águilas. Los Patos hacen bulla, Las águilas vuelan.
Atentamente:
Un pato dispuesto a ser águila. Que pases un feliz día!
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